La vitamina B6 juega un papel crucial en el metabolismo energético y en la producción de neurotransmisores como la serotonina, que contribuye a un buen estado de ánimo.

Apoya la función nerviosa, ayuda contra la fatiga y contribuye a mantener el equilibrio emocional. Un suministro óptimo de vitamina B6 puede ayudarte a sentirte lleno de energía y mentalmente equilibrado.

La vitamina B12 es esencial para la formación de glóbulos rojos y el suministro de oxígeno en el cuerpo.

Apoya la capacidad mental, fomenta la concentración y ayuda contra el agotamiento. Especialmente en situaciones de estrés, una ingesta adecuada de vitamina B12 puede ayudar a sentirse más vital y enfocado.

La biotina, también conocida como vitamina B7 o vitamina H, desempeña un papel crucial para la salud de tu cabello. Apoya la producción de queratina, la proteína estructural esencial para un cabello fuerte y brillante.

Un nivel adecuado de biotina ayuda a reducir la rotura del cabello, fortalecer las raíces capilares y promover el crecimiento natural. La falta de biotina en el cuerpo puede provocar cabello quebradizo, sin fuerza o incluso la caída del cabello.

Con un aporte específico de biotina, puedes nutrir tu cabello desde el interior y lograr un aspecto saludable y abundante.

El zinc es un oligoelemento esencial que desempeña un papel central en la salud de la piel.

Apoya la regeneración de las células de la piel, regula la producción de sebo y contribuye a fortalecer la barrera cutánea.

Gracias a sus propiedades antioxidantes, el zinc protege la piel de los daños causados por factores ambientales y puede aliviar las inflamaciones. Un equilibrio adecuado de zinc ayuda a mantener una piel clara y fresca.

Especialmente en pieles con impurezas o sensibles, una ingesta adecuada de zinc puede contribuir a mejorar el aspecto de la piel y a mantener a largo plazo una apariencia saludable.

La vitamina D3 juega un papel central en la salud de los folículos pilosos.

Apoya el crecimiento del cabello fortaleciendo las raíces del cabello y promoviendo la división celular.

Una deficiencia de vitamina D3 puede provocar un cabello más fino o la caída del cabello.

Una ingesta suficiente de esta vitamina esencial mantiene tu cabello fuerte, saludable y resistente.

La vitamina E es un potente antioxidante que protege tu cabello del estrés oxidativo y los daños causados por factores ambientales.

Promueve la circulación sanguínea del cuero cabelludo, lo que permite que las raíces del cabello reciban mejor los nutrientes.

¿El resultado? Cabello más fuerte, brillante y suave. Además, la vitamina E ayuda a mantener el equilibrio de humedad del cuero cabelludo, previene la sequedad y contribuye a una estructura capilar saludable.

El ácido hialurónico es la clave para una piel hidratada y radiante. Retiene grandes cantidades de agua y ayuda así a rellenar la piel desde el interior y a reducir las arrugas por sequedad.

Con la edad, el nivel natural de ácido hialurónico en el cuerpo disminuye, lo que puede provocar pérdida de humedad y una apariencia de la piel menos tersa. Mediante la administración específica de ácido hialurónico, la piel se hidrata intensamente, se mantiene flexible y adquiere un brillo saludable.

La vitamina C es conocida por su fuerte efecto antioxidante y su papel crucial en la producción de colágeno. Ayuda a mantener la piel más firme y elástica al apoyar la regeneración natural de las células de la piel.

Además, protege contra daños ambientales como la radiación UV y los radicales libres, que aceleran el envejecimiento de la piel. Un aporte suficiente de vitamina C asegura una piel fresca y uniforme, y proporciona un brillo natural.